domingo, 26 de septiembre de 2010

Neurocinema

Vegeu HEMEROTECA DE LA VANGUARDIA... (a partir del 4 d'octubre de 2010)


Al cerebro le gusta el cine

Algunas películas consiguen sincronizar con la actividad cerebral del espectador. Un estudio acaba de demostrar que la mente del ser humano siente predilección por determinados formatos y ritmos narrativos.

¿Por qué cuando vamos al cine algunas películas nos atrapan en la butaca? ¿Por qué, en cambio, delante de otras llegamos a quedarnos dormidos al cabo de pocas escenas? La respuesta, como ocurre en muchas cosas de la vida, está en el cerebro.


Un reciente estudio publicado en la revista Psychological Science por el profesor James E. Cutting de la Universidad de Cornell ha establecido un principio báscio: más allá del guión, de la dirección, de los actores, lo que cuenta para la mente, es el ritmo. Con lo que hay películas que, por su peculiar estructura, consiguen conectar con el cerebro mejor que otras.


Los investigadores han examinado 150 largometrajes de éxito entre 1935 y 2005. Para que la selección fuera completa, han elegido entre cinco géneros distintos: acción, aventura, dibujos animados, comedia y drama. A partir de ahí, han estudiado su formato narrativo. La conclusión es que, dentro de este catálogo hay algunas películas que siguen un determinado ritmo al que nuestro cerebro es particularmente receptivo. Dicho de otra manera, ciertos filmes están montados de acuerdo con un movimiento idóneo desde el punto de vista cerebral. Cuando las imágenes y los planos que se suceden en la gran pantalla alcanzan cierta velocidad, el ser humano logra la máxima concentración y absorbe de forma eficiente la cantidad de informacón que se le transmite. Sin entrar en detalles técnicos, hay largometrajes que se aproximan al llamado ruido rosa, una señal que está presente en el universo y que tiene un espectro de frecuencias similar, por ejemplo, a la de los latidos del corazón, del flujo de las mareas, o, cuando se habla de sonidos, al de la música sinfónica o del piano o del órgano. Ahora bien, se da el caso que , a su vez, el cerebro humano no siempre está concentrado al máximo: a los momentos de atención se suceden pausas. Esta oscilación cerebral también sigue esta misma frecuencia. Si la película, por su estructura, se sincroniza con los tiempos de la mente del espectador, entonces se produce la conexión ideal: estamos delante del film perfecto... desde un punto de vista neurológico.


"Me parece una idea interesante", reconoce Susana Martinez-Conde, directora del laboratorio de neurociencia visual del Instituto Neurológico Barrow, en Phoenix, Arizona. "En todo caso, el estudio confirma que el sistema visual es importante y que es sensible a un determinado ritmo. Si la frecuencia es muy rápida, está demostrado que al cerebro humano le cuesta separar y descifrar el contenido del mensaje ya que tiende a verlo como un conjunto. Pero, de la misma manera, si lo que ve es muy lento o excesivamente gradual, entonces es difícil percibir los distintos cambios. Existe un ritmo idóneo de procesamiento visual.", explica. Es lo que ocurre también en el lenguaje oral: existe un ritmo idóneo al que exponer discurso para conseguir transmitir el mensaje al oyente de forma eficaz.


Descubramos ahora cuáles son las películas que más gustan a nuestro cerebro. Según el estudio mencionado, la ganadora es Retorno al futuro, la primera parte de una trilogía de aventuras dirigida por robert Zemeckis justo hace 25 años y protagonizada por un joven Michale J.Fox. También es curioso ver como otras películas bien posicionadas en este ránking son dos entregas de la saga de La guerra de las galaxias de George Lucas. Todas estas películas pertenecen, indirectamente, a la llamada factoria hollywoodiana del director Steven Spielberg y a un determinado período histórico, los años ochenta. ¿Es una mera coincidencia? Los expertos recuerdan que en ese período era difícil hacer cine de autor y es entonces cuando una generación de directores lanza un nuevo género. "En los años ochenta la industria de Hollywood llega a su climax. Encuentra un equilibrio entre lo comercial y estilístico. Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Steven Spielberg, pero también otras figuras como Richard Donner, George Lucas, Robert Zemeckis... forman un grupo de artistas que alcanza la plenitud de su carrera. Ofrecen lo mejor de la llamada industria del entertainment ", explica Enric Pardo, profesor de guiones del Escac de Barcelona.


¿Qué tienen estas películas de especial? "Estos filmes se apoyan en un trabajo de estructura impresionante y, al mismo tiempo, tratan temas clásicos", dice el superprofe de Escac. "Un buen guión siempre tiene que tener un punto de inflexión y, por lo general, en la historia ha de producirse un vuelco. Digamos que en los primeros quince minutos vale todo, pero luego hay que procurar dar al espectador un fuerte agarre emocional. Ahora bien, este tipo de películas cuentan con unos arranques poderosos: la saga de James Bond, el desembarco inicial de los soldados de Salvar al soldado Ryan de Spielberg o los comienzos de Indiana Jones, por poner un ejemplo, siguen esta pauta", añade.

El estudio proporciona otra conclusión interesante: la estructura base de las películas y la edición de las distintas escenas han evolucionado en los últimos setenta años, en el sentido que se han acelerado.  Cutting y su equipo han cronometrado los distintos planos de los diferentes géneros. Los ritmos pausados de los años cuarenta o cincuenta poco tienen que ver, por ejemplo, con el frenesí de Quantum of Solace , la última entrega de James Bond, en el que cada plano tiene una duración de tan sólo 1'7 segundos de promedio.

"Desde 1960 los directores han ido repartiendo la duración de los planos hasta forzar de nuestra atención de forma natural", dice Cutting. En particular, parece haber una clara diferencia, en cuanto a la velocidad de la narración, entre la década de los cincuenta y la de los ochenta. El único autor de la época antigua que parece ser la excepción es Alfred Hitchcock, que ya supo rodar con planos muy rápidos para su tiempo ("para mí el cine son cuatrocientas butacas que llenar", dijo una vez, con cierto cinismo, el maestro del suspense).

"El cine tiene 100 años, antes había que explicar ciertas cosas al espectador, ahora lo tiene bastante asumido. La aparición del videoclip a principios de los ochenta ha contribuido a producir este cambio", recuerda el profe de Escac. "Es innegable que en los últimos años se ha vivido una aceleración, debido también a una clara influencia del formato plublicitario. El ojo humano está más entrenado que en el pasado, por no hablar de las nuevas generaciones, que han crecido a través de la estructura visual de la playstation. Y es cierto que, desde un punto de vista tecnológico, en la actualidad, gracias a la edición digital, mucho más ágil, se puede incrementar la frecuencia de los planos", indica Erika Mannoni, editora que ha participado en la última película de Alejandro González Iñárritu, Biutiful.

Sin embargo, hay que tomarse este estudio con cierta precaución -y, de alguna manera, los mismos autores alertan sobre ello-. Hay películas como El padrino o Ciudadano Kane, que no figuran entre lo más atrayente desde el punto de vista cerebral, aunque nadie discute que son obras maestras. Por no hablar de la ausencia, en esta tabla, del llamado cine de autor: aunque la filmografia de Ingmar Bergman se caracteriza por una extrema lentitud en cada plano -lo que llevaría, según esta tesis, a que el cerebro se distrajera- la calidad de sus peliculas es indiscutible. Y, por otra parte, el cine de Hollywood que sale tan bien parado en el informe, no siempre ha sido de gran calidad (como dijo una vez Michelangelo Antonioni, "Hollywood es como estar en ningún lugar, hablando a nadie sobre nada"). Para Enric Pardo, "la grandeza del cine es que caben muchos tipos de discursos diferentes. Cada historia tiene su formato. Por ejemplo, La guerra de las galaxias no puede contarse con una frecuencia al estilo de Bergman".

Es indudable que vivimos en una época cada vez más acelerada. Y no sólo el cine, sino también otras formas artísticas, como la literatura, parecen haberse adecuado a los nuevos ritmos y formatos -las novelas también han agilizado su estructura-, tal vez para conseguir impactar de forma más o menos consciente en el cerebro y adquirir una mayor capacidad de influencia. Pero este proceso supone, al mismo tiempo, algún que otro inconveniente. "Para mi se está produciendo un daño, porque de esta manera el espectador se vuelve más pasivo, más perezoso, menos crítico y con menor capacidad de reacción. Ahora más que nunca un buen director y editor, con habilidad, pueden llevar al espectador donde ellos quieren y el público puede acabar relamente aturdido", advierte Mannoni. "El cine... ese invento del demonio" (Antonio Machado).


las peliculas más atrayentes para el cerebro:

Retorno al futuro
1985
Robert Zemeckis

La guerra de las galaxias: El imperio contrataca
1980
Irwin Winkler

Los ángeles de Charlie
2000
Joseph MGinty Nichol

La caza del Octubre rojo
1990
John McTiernan

La tormenta perfecta
2000
Wolfang Petersen

La guerra de las galaxias: la venganza de los sith
2005
George Lucas

Rocky IV
1985
Sylvester Stallone

39 escalones
1935
Alfred Hitchcock

Rebelde sin causa
1955
Nicholas Ray
Superman II
1980
Richard Lester
películas poco seductoras para el cerebro

 Escala en Hawai
1955
John Ford

La tentación vive arriba
1955
Billy Wilder

El regreso de la Pantera rosa
1975
Blake Edwards

Las uvas de la ira
1940
John Ford

Scary Movie
2000
Keenen Ivory Wayans

Trampa 22
1970
Mike Nichols

Las minas del rey Salomón
1950
compton Bennett y Andrew Marton

En la cuerda floja
2005
James Mangold


Escrito por Piergiorgio M.Sandri
Fuente: Revista "Estilos de vida" (LA VANGUARDIA)



DE:  http://www.lavaginadeprimida.com/2010/09/al-cerebro-le-gusta-el-cine.html


EN LOS OCHENTA SE RODÓ UN TIPO DE CINE IDEAL PARA LA MENTE HUMANA
Los expertos recuerdan que en ese período era difícil hacer cine de autor y es entonces cuando una generación de directores lanza un nuevo género. "En los años ochenta la industria de Hollywood llega a su clímax. Encuentra un equilibrio entre lo comercial y lo estilístico. Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, Steven Spielberg, pero también otras figuras como Richard Donner, George Lucas, Robert Zemeckis… forman un grupo de artistas que alcanza la plenitud de su carrera. Ofrecen lo mejor de la llamada industria del entertainment",explica Enric Pardo, profesor de guiones del Escac de Barcelona. ¿Qué tienen estas películas de especial? "Estos filmes se apoyan en un trabajo de estructura impresionante y, al mismo tiempo, tratan temas clásicos", dice Pardo. "Un buen guión siempre tiene que tener un punto de inflexión y, por lo general, en la historia ha de producirse un vuelco. Digamos que en los primeros quince minutos vale todo, pero luego hay que procurar dar al espectador un fuerte agarre emocional. Ahora bien, este tipo de películas cuentan con unos arranques poderosos: la saga de James Bond, el desembarco inicial de los soldados de Salvar al soldado Ryan de Spielberg, o los comienzos de Indiana Jones, por poner un ejemplo, siguen esta pauta", añade. ...

Cine y Matemáticas

Descubren que las películas han evolucionado en el tiempo para que la duración se sus secuencias se ajusten al patrón de atención humano.

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Las películas cinematográficas se montan a partir se muchas secuencias. Salvo que la película sea una excentricidad sueca, koreana, vietnamita o iraní, de esas que tanto gustan a los críticos y tanto torturan al público, normalmente se trata de mantener la atención de la audiencia administrando convenientemente la duración de esas secuencias. Los humanos somos unos seres que normalmente huimos del aburrimiento y nos podemos cansar de casi todo (incluso de nuestra pareja). Una película con todas las escenas de una duración determinada nos aburriría, independientemente del tiempo de duración de las escenas o de la propia película.

Pues bien, James Cutting y su equipo de la Universidad de Cornell (Ithaca, Nueva York) han descubierto que el cine de Hollywood sigue una estadística que encaja cada vez mejor con nuestra capacidad de mantener la atención. Aunque, naturalmente, los directores, productores y montadores no son conscientes de ello, el cine sigue una ley matemática en este aspecto.

En el estudio analizaron 150 películas estrenadas entre 1935 y 2005, tanto dramáticas, como comedias, como de acción, midiendo la duración de sus secuencias (un trabajo un tanto laborioso). El patrón que encontraron seguía el mismo que controla la atención humana y que fue descubierto en los años noventa en la Universidad de Texas gracias a cientos de pruebas con unos voluntarios: el ruido rosa.

El análisis matemático se hizo echando mano de la transformada de Fourier que permite obtener el espectro de frecuencias de fenómenos oscilatorios. Comprobaron que la intensidad de las “ondas” aumentaba según decrecía su frecuencia, un patrón conocido como ruido rosa o fluctuaciones 1/f. Es el mismo patrón que, por ejemplo, Benoit Mandelbrot (el del conjunto homónimo) encontró en las inundaciones anuales del Nilo (antes de que la presa de Asuán las anulara y destruyera con ello la fertilidad de las tierras que antes anegaba). También se usa en música como señal de prueba en mediciones acústicas. El espectro del ruido rosa es semejante al espectro medio acumulado de la música sinfónica o de instrumentos armónicos como el piano o el órgano. También aparece en procesos físicos turbulentos. Se llama ruido rosa por una analogía con la luz, pues la luz blanca estaría enriquecida con rojos (frecuencias bajas) si se comportara como este tipo de ruido, y aparecería entonces de color rosa.
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Comparativa matemática entre distintas películas. Fuente: Attention and the Evolution of Hollywood Film; James E. Cutting, Jordan E. DeLong and Christine E. Nothelfer, Psychological Science published online 5 February 2010.

Lo más interesante es que encontraron que las películas han evolucionado en el tiempo y cada vez se ajustan más al ruido rosa 1/f. Cutting creer que la obediencia de las películas a ley 1/f se debe a que resuenan con el ritmo y duración de la atención humana. Asumido esto inconscientemente por los profesionales del medio, se impondría esta ley tanto al filmar como en la sala de montaje para así tener más audiencia.
Aunque películas de acción como “La jungla de cristal II” siguen la ley 1/f bastante bien, admirablemente lo rosa y lo negro no parecen relacionarse bien, ya que la excepción son precisamente las películas de cine negro, que generalmente no obedecen esta ley 1/f, y cuyas secuencias siguen más bien un patrón aleatorio. Por otro lado, una película en las antípodas (de temática y probablemente de calidad cinematográfica) como “Star Wars Episodio III” sigue la ley 1/f casi a la perfección. Quizás, al final, puede que los críticos tengan algo de razón, aunque una película iraní siga siendo una tortura para muchos.

Copyleft:  http://neofronteras.com/?p=3017

Fuentes y referencias:

Copia artículo original (en pdf).

Foto de cabecera: cartel de la película “Los sobornados”, Columbia Pictures.

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