Saray Marqués, ADN, 6-10-2010
- Hacia la excelencia desde los seis años. Es lo que se propone el Ministerio de Educación con su Programa de Profundización de Conocimientos, integrado en el recién aprobado Plan de Acción 2010-11. Un proyecto "innovador", según el propio ministro, Ángel Gabilondo, dirigido "al alumnado de primaria, secundaria, bachillerato y FP con mayor capacidad y motivación para aprender".
En España, según el último informe PISA (prueba de competencias a los 15 años), un 5% de los alumnos se encuentra en un nivel alto de rendimiento. Lejos del 9% de media de la OCDE. "La diferencia es muy marcada con países como Finlandia", reconoce Enrique Roca, director del Instituto de Evaluación, "aspirando atener más alumnos y con mejor nivel en ese grupo, ganaríamos posiciones". Y matiza: "Sin descuidar a aquellos con más dificultades". Estos en 4º de primaria rondan el 15%, según la Evaluación General de Diagnóstico.
¿Segregara los más aptos?
El plan para los mejores tiene un riesgo, sobre todo en España, donde las expectativas y el nivel sociocultural de los padres determinan en gran medida el éxito del alumno. "Ha de ser un programa cuidadoso, consciente de que puede haber buenos alumnos con ganas de trabajar en diferentes ámbitos", reconoce Roca.
Una vez detectados, tampoco se les separará del resto, ha tranquilizado Gabilondo. Eso sí, en bachillerato y FP se crearán "grupos de investigación" con ellos. Charo Díaz Yubero, directora del Área Educativa de la Fundación Hogar del Empleado, ve mal "aislarles" y aspira a "un plan de excelencia para todos". Ella, durante 30 años, lo ha intentado dentro del aula: "A los mejores les pedía trabajos de ampliación como si fueran juegos, o que les explicaran a sus compañeros, pues uno aprende de verdad cuando enseña al otro".
Para Nélida Zaitegui, profesora, directora e inspectora a lo largo de 42 años, el plan para los mejores no es más que "atención a la diversidad": "Desconfío de los profesores que aseguran que tienen un grupo homogéneo", asevera.
"NO ESTÁ BIEN VISTO ESFORZARSE; ASÍ, NI CON 20 PROFESORES POR CLASE..."
Hay dos modos de detectar a los mejores de la clase: por cociente intelectual o por expediente. La Comunidad de Madrid usa este último para decidir el destino de sus becas de excelencia. Los 4.500 euros para empezarla Universidad le supusieron a Vicente Amorós, hoy en 2º de Ingeniería industrial, "un aliciente".
"En clase me callaba y prestaba atención, y eso me ahorraba mucho tiempo después", explica como método para su 9,77 en bachillerato. Los profesores ayudaban: "Estudio Ingeniería gracias a don Ángel y don Juan Ignacio; que hacían que todos quisiéramos aprender y nos involucráramos". También el centro: "En mi clase (en el colegio El Prado) había bastantes alumnos con buenas notas". Sobre si fomentar el talento desde el colegio es una buena idea, Amorós expone su teoría: "Yo creo que habría que empujar a todos hacia arriba; el problema es que se suele empujar hacia abajo, a una uniformidad de mínimos". Las causas: "El tonto es el que estudia. Quizá por la picaresca española, el listo es el que no da palo al agua. No está bien visto esforzarse; así, ni con 20 profesores por clase... Hay que cambiar esa idea. En otros países el modelo a seguir es el alumno que va bien".
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