martes, 22 de marzo de 2011

La escuela del siglo XXI y el desgaste docente

http://edicionimpresa.lavanguardia.es/premium/epaper/20110322/54130850935.html 

Hasta el 20% de los profesores de secundaria, amenazado por el síndrome del quemado

ALICIA RODRÍGUEZ DE PAZ - Madrid

FORMACIÓN "Hay que ayudar al profesor a no tener miedo al cambio, a buscar soluciones"
MEDIOS APROPIADOS "Pese a la crisis, hacen falta grupos más reducidos y atención especializada"
Falta de implicación, embotamiento emocional, agotamiento que afecta a la motivación y a la energía psíquica. Una respuesta al estrés laboral crónico integrada por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el rol profesional. La sensación de estar emocionalmente agotado resume el síndrome del quemado, que amenaza hasta al 20% de los profesores de secundaria, según un estudio realizado por UGT y financiado por el Ministerio de Trabajo.

El diagnóstico, basado entre otras técnicas en una encuesta a 1.125 profesores y profesoras de secundaria (ESO, bachillerato y FP de grado medio) de toda España, señala que habla de casi un 6% que "están quemados o muy cerca de estarlo", mientras que otro 6% tiene un nivel de riesgo medio-alto y más del 8% se situaría en un nivel de riesgo de burnout medio. La clasificación tiene en cuenta la reacción de los profesores ante frases como: "Siento que las relaciones con los padres son negativas", "Siento que mis alumnos son el enemigo" o "Estoy bastante descontento con mi trabajo".

El estudio Estrés en el sector de la enseñanza secundaria detalla que el perfil del quemado es un hombre, de más de 50 años y una antigüedad superior a 20 años, que desarrolla su labor en un centro de menos de 30 trabajadores.

El informe analiza también qué factores contribuyen al estrés laboral de los docentes. Más de la mitad de los profesores de secundaria afirma sentir un nivel medio-alto o alto de estrés ante la falta de respaldo de las familias por problemas de disciplina. Los más estresados hacen referencia además al problema que representa "enseñar a personas que no valoran la educación", "impartir clase a un grupo con un número elevado de alumnos", "presenciar agresiones entre alumnos" y sufrir "agresiones verbales y desconsideraciones" por parte de los alumnos.

Lydia Asensio, secretaria de salud laboral en la federación de enseñanza de UGT y coordinadora del informe, señala que uno de los grupos más afectados por el estrés es el de los que llevan menos de tres años dando clase. Así mismo, los docentes de la enseñanza concertada manifiestan mayor desgaste. "Tiene que ver - indica-con la presión que conlleva sentir mayor temor hacia el equipo directivo del centro, a los padres y el peligro de ser despedido".

¿Cuáles son las principales armas para luchar contra este peligroso desgaste entre los docentes? Charo Díaz Yubero, del área educativa del Fuhem (entidad sin ánimo de lucro que cuenta con media docena de colegios en Madrid), apuesta por una fórmula basada en la formación y la implantación de proyectos de innovación educativa junto a los alumnos –para romper con el "aburrido" esquema de colegio estandarizado–. Resalta que la formación resulta un instrumento inestimable "desde la implicación del profesorado y la puesta en común sobre la práctica docente: hay que ayudar al profesor a no tener miedo al cambio, a afrontar soluciones".

Sin embargo, todos los consultados coinciden en que, en contra de lo previsto, el nuevo máster de profesor de secundaria no está contribuyendo a mejorar la situación. La ecuación para apuntalar la labor docente se completa con una mejora de los medios. "Entiendo que en una época de crisis económica parece poco oportuno hablar de recursos, pero creo que es necesario aumentar los medios, que permitan desdoblar los grupos –o al menos grupo s más reducidos, por debajo de 20 alumnos–yuna atención especializada para los estudiantes con conductas problemáticas", reclama Ángel Ledesma, director del IES Virgen de la Paloma de Madrid, donde estudian más de 2.000 alumnos.

Al igual que Ledesma, Díaz Yubero pone el foco en romper con los "microconflictos, con la indisciplina difusa", tan frecuentes en secundaria. "La dejadez de algunos estudiantes, el murmullo constante, un globo de chicle que revienta acaban desconcentrando al profesor, al final, desquicia. Motivemosadocentes yalumnos, yapostemos por la tutoría".


¿Cómo prevenir el síndrome del quemado?

Una de las patas en la prevención del denominado síndrome del quemado tiene que ver con la organización del trabajo. Entre las estrategias identificadas por los expertos destaca la promoción del trabajo en equipo y de la flexibilidad horaria, el establecimiento de líneas claras de autoridad y responsablidad, así como la definición de competencias. Lo que se busca es contrarrestar factores relacionados con el propio puesto como la sobrecarga de trabajo, la descompensación entre responsabilidad y autonomía, la falta de control de los resultados y la poca autonomía en la toma de decisiones.

Las familias piden tener más voz en el funcionamiento escolar

MADRID - Redacción

Los profesores de secundaria señalan la falta de implicación de las familias como uno de los factores que más estrés les produce. Precisamente hace uno días las dos principales asociaciones de madres y padres de alumnos, la laica Ceapa y la católica Concapa, han consensuado un paquete de medidas que consideran imprescindibles para fomentar la participación parental en el funcionamiento de la escuela. Entre las propuestas que han acordado figura la determinación de una fecha única para que se celebren en toda España las elecciones al consejo escolar. El día sería fijado por las comunidades en el marco de la conferencia sectorial de educación - órgano de coordinación entre el ministerio y las autonomías-.

¿Por qué una sola fecha? Los promotores de la iniciativa defienden que propiciaría la realización de campañas institucionales sobre importancia de participar en los comicios, al tiempo que contribuiría a aumentar el conocimiento de lo que significan estas elecciones para la comunidad educativa y la ciudadanía en general.

Según los cálculos de Ceapa y Concapa, por comunidades, la participación media de madres y padres en las elecciones al consejo escolar - principal órgano de cada centro en el que están representadas las familias-no llega en el mejor de los casos al 20%. En la actualidad, cada comunidad autónoma fija cuándo se deben celebrar los comicios para elegir los representantes del consejo escolar. Además, son varios días consecutivos.

Desde ambas organizaciones coinciden en denunciar que en la situación actual, la labor de las ampas dentro de la vida de los centros educativos ha quedado reducida "a meros gestores de las actividades extraescolares". Mientras, recuerdan, numerosas investigaciones insisten en que la implicación de las familias en la escuela es un factor clave para garantizar el éxito escolar. Los representantes de las familias hablan de un "déficit democrático" dentro de la comunidad educativa. Por ello, las ampas solicitan mecanismos que generan mayor transparencia sobre el funcionamiento de los centros y participación en su evaluación, sin que represente una fiscalización. Los representantes de las asociaciones de madres y padres de alumnos exigen también mayor representación dentro de los consejos escolares, donde los docentes tienen una mayoría decisiva.

En el documento, que tienen previsto entregar al ministro de Educación, Ángel Gabilondo, recogen también una reivindicación largamente discutida y prometida por los partidos políticos: modificar la legislación laboral para que se recojan permisos que permitan a los progenitores que trabajan asistir a tutorías y otras reuniones en los centros educativos, como precisamente las del consejo escolar. Con el fin de impulsar la participación de las familias inmigrantes, Ceapa y Concapa proponen la elaboración de "programas de acogida específicos" llevados a cabo por las ampas. Además, son partidarios de llevar a cabo campañas de sensibilización e información que promuevan la integración y de crear materiales y cauces de comunicación para que dicho colectivo tenga más información sobre el funcionamiento de los centros.

Después de 20 años de docencia, Nieves Arregui reconoce: "Nos gustaría sentir más apoyo"

"No ha cundido el desánimo"


A. R. DE PAZ - Madrid

"Es muy cansino comprobar que la mitad de la energía se va tratando de que se comporten en clase"
Nieves Arregui lleva más de veinte años enseñando física y química. Primero se dedicó a chavales que tenían que hacer el BUP y ahora trabaja con otros que se enfrentan a la ESO y el bachillerato. Justo es la idea del cambio la que se repite en el análisis de esta profesora de un instituto del municipio madrileño de Soto del Real. Habla de presión y de falta de apoyo, pero a modo de conclusión insiste en afirmar que entre la profesión "no ha cundido el desánimo". "Aunque nos gustaría sentir más apoyo, somos muchos los que seguimos luchando por la enseñanza".

Más allá de la modificación de la etiqueta de los estudios secundarios, Arregui resalta cómo están afrontando cambios sociales que se reflejan en la escuela: "Los alumnos llegan en buena parte sin educar - afirma-y se espera que se haga en el aula. Lo más curioso es que socialmente se considera como algo normal". Desde su punto de vista, esta transformación "radical" del alumnado produce roces porque "en muchos casos, los chicos ven que la escuela es el único sitio donde se les exige un esfuerzo, tener algún tipo de responsabilidad".
Arregui vincula las situaciones estresantes e incluso el síndrome del quemado que sufren algunos profesores "no a la mayor carga de trabajo que existe, sino sobre todo a la frustración que se siente y que te lleva a pensar que lo que estás haciendo vale para poco". "Acaba siendo muy cansino comprobar que la mitad de las energías se te va tratando de que se comporten en clase, porque hay que recordarles que no se puede hablar con el mismo tono en todos sitios o que no se deben tirar papeles al suelo".

En la conversación, aparece varias veces la palabra frustración. Aunque, en su caso, la combate con actividad. "Soy muy activa; me sentiría más deprimida si estuviese sin hacer nada. Sin embargo, te encuentras mal anímicamente cuando te cuestionas para qué sirve tu trabajo".

La sensación de falta de apoyos se traduce también en el comportamiento de la administración. Los recortes presupuestarios, obviamente, no contribuyen a facilitar la satisfacción entre el profesorado. "En Madrid, el Gobierno de Esperanza Aguirre lleva años mostrando poco apoyo a la enseñanza pública: faltan medios, no se cubren bajas... Y yo formo parte de los profesionales que creen que la enseñanza pública es importante para el país porque minimiza las diferencias sociales". En todo caso, considera que la gran mayoría de los docentes continúan en la brecha, mientras cuenta con ilusión cómo se han organizado para que "todos los alumnos y sus familias vayan juntos al teatro. Este trabajo merece la pena".
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