martes, 19 de enero de 2010

ESO i Batxillerat de tres cursos?

Rajoy propondrá reducir la ESO y ampliar un año el bachillerato


http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Rajoy/propondra/reducir/ampliar/ano/bachillerato/elpepusoc/20100118elpepisoc_2/Tes

La idea, que complicará el pacto educativo, es dirigir a los repetidores a la FP



CARLOS E. CUÉ - Madrid - 18/01/2010

Espoleado por las encuestas, que por primera vez le son favorables, Mariano Rajoy ha decidido aparcar su habitual ambigüedad y mojarse de lleno en un asunto clave: la educación. Tras varios meses en los que PSOE y PP hablan de un posible pacto educativo, el líder de la oposición presentará hoy su modelo sin esperar al acuerdo con el Gobierno.

Espoleado por las encuestas, que por primera vez le son favorables, Mariano Rajoy ha decidido aparcar su habitual ambigüedad y mojarse de lleno en un asunto clave: la educación. Tras varios meses en los que PSOE y PP hablan de un posible pacto educativo, el líder de la oposición presentará hoy su modelo sin esperar al acuerdo con el Gobierno, una decisión que precisamente complicará ese posible pacto.

Algunos de los ejes de esta propuesta serán sin duda polémicos. El principal de ellos, según fuentes del PP conocedoras del documento que se presentará hoy en Toledo, es una propuesta de cambio radical en la secundaria.

El PP propone reducir un año la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y ampliar el bachillerato, de los actuales dos a tres años. El 4º de ESO actual se convertiría así en 1º de bachillerato. La educación seguiría siendo obligatoria hasta los 16 años, como ahora. Pero a los 15 los adolescentes tendrían dos vías: pasar al bachillerato, en el que seguirían camino de la Universidad, o buscar otra salida en la Formación Profesional.
El objetivo, según señalan las mismas fuentes, es doble. Por un lado, los niños que entren a los 15 años en bachillerato no tendrán en clase a los peores alumnos, que tiran para atrás, según la doctrina del PP, al resto de la clase. Y por otro, estos alumnos con más problemas tendrán la obligación de seguir estudiando, por lo que se verán más empujados a acudir a la FP, un sistema que el PP también quiere reformar para hacerlo más profesional.

Y si estudian allí un año, es posible que quieran seguir y aprender una profesión. El problema ahora, señalan los populares, es que miles de jóvenes -España es líder en fracaso escolar de la UE, con un 30%- dejan la ESO a los 16 años sin ningún título ni ninguna formación profesional.

Los populares confían en que el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, de quien todos, incluido Rajoy, hablan muy bien, escuche con interés su propuesta. Sin embargo, esta reforma radical de la secundaria es muy difícil de aceptar para los socialistas, que han reformado recientemente las leyes educativas -poco después de llegar al Gobierno- y que defienden desde el punto de vista ideológico el modelo contrario, esto es, que la educación sea la misma hasta los 16 años para garantizar la igualdad de oportunidades y permitir que los alumnos con más problemas tengan oportunidades de recuperarse. La división ideológica entre PSOE y PP en materia educativa -además de la defensa cerrada de los colegios concertados que hacen los populares- siempre ha estado en esta decisión de separar o no a los niños y cómo hacerlo.

Los socialistas insisten de momento en que hay que llegar a un pacto educativo que no necesariamente incluya reformas legales de calado, como la que propondrá hoy Rajoy, sino retoques, más inversión y mejor coordinación con las comunidades, que tienen transferida la educación.

Aun así, fuentes populares señalan que en este momento las posiciones están mucho más cercanas que hace unos años, especialmente con Gabilondo, y que se puede llegar a puntos de encuentro. Las pasarelas podrían ser la vía para que un alumno que está en FP pueda volver al bachillerato. Los populares también harán una propuesta para desarrollar la idea de que nadie pueda pasar de curso con cuatro asignaturas suspendidas.
Aparte de esta reforma de fondo, Rajoy y María Dolores de Cospedal, encargada de negociar con Gabilondo, presentarán hoy en Toledo un conjunto de medidas que completan un plan para reformar el modelo educativo. Algunas de ellas serán incluso más polémicas que la de ampliar el bachillerato, y las fuentes consultadas asumen que ahí el acuerdo será muy difícil, por no decir imposible.

Se trata, en especial, del refuerzo del castellano en las comunidades bilingües. Los populares quieren garantizar por ley que cualquier alumno tenga derecho a estudiar en castellano y, en coherencia con su recurso al Tribunal Constitucional contra la nueva ley educativa catalana, quieren unas enseñanzas mínimas comunes en toda España y que se mantengan los cuerpos nacionales de profesores. Estas propuestas, que les enfrentan a Cataluña, son imposibles de aceptar para el PSC, que acaba de aprobar la nueva ley educativa con ERC e IU-ICV, el tripartito catalán.

Además, el PP hará una propuesta de reforma de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, pero no tan radical como la eliminación que pedían antes.

Los populares también quieren reformar el funcionamiento de los centros educativos. Quieren reforzar su autonomía, hacer evaluaciones públicas de los centros y reforzar el papel del director y la autoridad de los maestros, modificando la carrera docente. No propondrán, sin embargo, asuntos más simbólicos como la recuperación de la tarima o la idea de que todos los alumnos se levanten al entrar el profesor en clase.
Nada hay, en las reformas propuestas, sobre otro de los debates: la idea de buscar fórmulas para obligar a los centros concertados a acoger al mismo número de inmigrantes que los públicos, ya que ambos son financiados por el Estado. En este asunto, siempre polémico, el PP prefiere actuar como si no fuera un problema. Rajoy y Cospedal darán a conocer hoy el documento con la concreción de estas propuestas.

¿Hasta dónde la educación común?

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/educacion/comun/elpepisoc/20100118elpepisoc_3/Tes/

SUSANA PÉREZ DE PABLOS 18/01/2010

La reducción del número de años en los que se estudian unas enseñanzas comunes de los 16 años actuales a los 15 ha sido uno de los principales debates y motivos de confrontación educativa de la última década. El desencuentro parte de 1990 y de la tan critica-da Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), sobre todo por los populares. Fue consensuada en realidad en su momento y aprobada con el apoyo del resto de los grupos parlamentarios. El problema vino con su aplicación, que nunca ha recibido el necesario apoyo presupuestario (para reforzar a los alumnos que van mal, a los profesores y a los centros) para que funcionara la educación individualizada que se planteó. Pero nadie ha cuestionado la indiscutible necesidad que había en el arranque de los años noventa de aumentar la educación obligatoria de los 14 años (con el fin de la EGB) a los 16 años (como ya tenían todos los países europeos más avanzados). Estos dos años (que ahora son 3º y 4º de la ESO) son los que sufren los problemas educativos más graves, con muchos chavales de 15 y 16 años desmotivados, que ya han repetido curso una o dos veces y con profesores que a menudo no dan abasto ni para motivarles ni para motivarse a sí mismos.
¿Pero es la solución zanjar la cuestión reduciendo la educación común en un año? Para la izquierda esto se traduce en dar menos oportunidades para aprobar y avanzar al bachillerato a los alumnos a los que les cuesta más estudiar, bien porque tienen desventaja de partida porque proceden de familias más desfavorecidas, bien porque llegaron de otro país apenas al empezar la ESO o bien, simplemente, porque les cuesta más asimilar los conocimientos. El argumento del PP de reforzar con este cambio la FP, ¿no la desprestigia en realidad aún más? Destinar a ella, con el argumento de que aprendan un oficio, a los malos alumnos no suena bien. Que sólo los que sean buenos a los 15 años vayan al bachillerato, que es lo que ocurriría en la mayoría de los casos, tampoco parece justo. Porque ya pasaba antes con el BUP.

El PP proposa un batxillerat més exigent que duri tres anys
1. • Rajoy posa dures condicions al Govern per firmar el pacte educatiu
2. • Els populars reclamen que a Catalunya es pugui estudiar en castellà
http://www.elperiodico.cat/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAT&idnoticia_PK=679485&idseccio_PK=1021
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Un alumne del CEIP Pràctiques de Tarragona guarda els seus llibres a l’aula.

Foto: XAVIER MOLINER

La proposta serà analitzada

El Ministeri d’Educació va indicar ahir que no només havia rebut la proposta conjunta de les sis comunitats autònomes governades pel Partit Popular (Castella i Lleó, Galícia, la Rioja, Madrid, Múrcia i País Valencià), sinó també les de la resta d’autonomies i que en els pròxims dies seran analitzades en detall.

Al llarg d’aquesta setmana, Educació té previst recollir l’opinió de centrals sindicals, pares, estudiants, directors de centres i patronals de l’ensenyament, juntament amb les opinions dels rectors universitaris, per mirar d’avançar en l’elaboració d’un document consensuat.

EL PERIÓDICO
MADRID

El Partit Popular (PP), amb el seu president, Mariano Rajoy, al capdavant, va donar ahir a conèixer les seves exigències per subscriure el pacte polític i social per l’educació que persegueix el Govern socialista i que negocia el titular de la cartera educativa, Ángel Gabilondo. La proposta del primer partit de l’oposició inclou mesures com la desaparició de l’assignatura d’Educació per a la Ciutadania a primària (s’imparteix en un dels dos últims cursos de l’etapa) i que a les comunitats autònomes bilingües, com és el cas de Catalunya, «es respecti el dret dels alumnes a ser escolaritzats en la llengua oficial que facin servir de manera habitual». El PP proposa, així mateix, que el batxillerat tingui tres anys de durada (un més que en l’actualitat) i que no es pugui promocionar de curs amb més de dos suspensos (en algunes comunitats ara és possible fins i tot amb quatre).

Les condicions que imposa el Partit Popular per accedir a la firma del pacte es van presentar en un acte celebrat a Toledo que va comptar amb la presència d’Esperanza Aguirre i Pilar del Castillo, les dues ministres de José María Aznar que, juntament amb el mateix Rajoy, es van ocupar de la cartera educativa durant els anys de govern dels populars. La naturalesa de les exigències, contingudes en un document d’una vintena de pàgines, i la seva presentació en un acte públic, constitueixen una dificultat afegida per a la seva acceptació per part dels socialistes, com va posar de manifest la secretària d’Educació del PSOE, Cándida Martínez.
El PP pretén, a més a més, «assegurar una formació comuna als escolars en l’ensenyament bàsic». Aquesta voluntat uniformitzadora s’asseguraria a través d’un currículum bàsic idèntic, que es veuria reflectit en els llibres de text de les diferents matèries en totes les comunitats autònomes.

El tracte uniforme, que ignora les competències que posseeix cada comunitat en matèria educativa, es trasllada a la realització de les proves d’avaluació externa al final de la primària i la secundària. El PP proposa respecte d’això que sigui l’Estat qui les porti a terme, «en col·laboració amb les administracions educatives», i les harmonitzi «a escala nacional» per evitar «duplicació, solapaments i equivocitats».

CENTRES «INTERVINGUTS» // Després de referir-se a les avaluacions de resultats, les propostes populars per a «un pacte per la reforma i la millora de l’educació a Espanya» preveuen que «els centres educatius sostinguts amb fons públics (expressió que inclou els concertats) que obtinguin de manera reiterada resultats mitjans no satisfactoris, en termes de valor afegit, siguin objecte d’una intervenció especial per part de la seva administració educativa», sense detallar en què consistirà.

Entre les reformes que criden més l’atenció hi figura igualment la de modificar l’estructura de l’actual educació secundària obligatòria (ESO), escurçant-la un any, que passa a anomenar-se educació secundària general, de tres anys de durada, i que es cursarien entre els 12 i els 15 anys. Tot i així, es manté «el caràcter obligatori i gratuït dels ensenyaments fins als 16 anys».


FORMACIÓ PRÀCTICA // Als 15 anys, d’acord amb la hipòtesi formulada, els alumnes farien el salt a l’educació secundària superior, que duraria tres anys (fins als 18) i en la qual podrien decantar-se pel batxillerat o la formació professional. Una vegada finalitzat l’ensenyament secundari general, aquells que no tinguessin interès a seguir estudiant accedirien als 15 anys als programes de qualificació professional que conduirien al títol de graduat en educació secundària que ara s’aconsegueix al finalitzar l’ESO. Les comunitats autònomes governades pel PP han fet seu el document.



El PSOE rechaza reducir la ESO para no "segregar" alumnos

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/PSOE/rechaza/reducir/segregar/alumnos/elpepisoc/20100119elpepisoc_9/Tes/
Rajoy llama a "corregir enfoques equivocados" en el pacto por la educación

J. A. AUNIÓN - Toledo - 19/01/2010

"No vamos a admitir planteamientos que segreguen a nuestros jóvenes", dijo ayer la secretaria de Educación y Cultura del PSOE, Cándida Martínez. Los socialistas rechazan la propuesta del PP, adelantada ayer por EL PAÍS, de reducir un curso la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) para aumentar un año el Bachillerato, que ahora consta de dos cursos.

"No vamos a admitir planteamientos que segreguen a nuestros jóvenes", dijo ayer la secretaria de Educación y Cultura del PSOE, Cándida Martínez. Los socialistas rechazan la propuesta del PP, adelantada ayer por EL PAÍS, de reducir un curso la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) para aumentar un año el Bachillerato, que ahora consta de dos cursos. Poco después de que el presidente del PP, Mariano Rajoy, presentara ayer en un acto en Toledo las propuestas de su partido para alcanzar un pacto por la educación, Martínez aseguró que se puede hablar del bachillerato, pero no de la reducción de la educación obligatoria, que "no es coherente" porque rebajaría el nivel educativo. La número tres del PSOE, Leire Pájín, también rechazó la propuesta.

Rajoy, en un acto que quería dejar clara la importancia que el PP da a la educación, con la plana mayor del partido presente, ofreció, junto a María Dolores de Cospedal, secretaria general del partido, las líneas generales de unas propuestas para reformar en profundidad el sistema educativo. El documento se cimenta en tres grandes pilares: la mejora de la calidad (con evaluaciones nacionales externas a todos los alumnos), una formación básica común y garantizar las libertades educativas. La idea fuerza de los discursos de Rajoy y Cospedal, que apenas concretaron detalles, es que si hace falta un pacto es porque no han funcionado los sistemas educativos implantados por el PSOE en las dos últimas décadas (la ley educativa del PP, la LOCE, no llegó a entrar en vigor). El pacto debe tener "la voluntad de corregir los enfoques equivocados", dijo Rajoy.

Y mientras el PSOE mostraba su sorpresa y su pesar porque el PP se saliera del cauce de la negociación para presentar su propuesta -en un acto de "publicidad política", dijo Martínez-, el Ministerio de Educación, dirigido por Ángel Gabilondo, que lleva las negociaciones para el acuerdo, no se pronunció, más allá de decir que analizará la propuesta, junto con las del resto de comunidades (el documento le llegó al ministerio con la firma de los consejeros de Educación de las seis comunidades gobernadas por el PP) y por otros sectores educativos.

La actitud del ministerio parece de prudencia, en busca de un pacto que, ni las palabras de Rajoy en Toledo ni la propuesta del PP revelan si es más o menos posible que la semana pasada. "Nosotros hemos cumplido", dijo Rajoy, presentando sus propuestas y manifestando su voluntad de pacto. A lo que no está dispuesto, dijo, es a "frivolidades" y a pactos sin contenido para "hacer una foto", añadió. Y lanzó un mensaje para el presidente del Gobierno: "No hace falta que [Zapatero] se involucre" en el pacto, dijo. El "voto de confianza" se lo dio Rajoy al ministro Gabilondo porque "parece serio, más que Zapatero".

Pero más allá de bromas, muchos de los que asistieron ayer a Toledo (sindicatos, patronales o asociaciones de padres) dejaron el acto con la sensación de que no sabían muy bien si se había escenificado una ruptura de negociaciones o si el pacto todavía es posible. El Gobierno ya dijo que no quería una nueva ley educativa (la última se aprobó en 2006) ni reformas profundas del sistema. Sin embargo, Cándida Martínez insistió ayer en la voluntad de los socialistas de alcanzar un acuerdo, y pidió al PP que abandone propuestas tras las que saben que no encontrarán una postura común y se centren en los elementos que les unen.

Cospedal pintó un panorama oscuro sobre el sistema educativo, fijándose en el 32% de abandono escolar temprano y en el nivel de excelencia de los españoles en las pruebas internacionales como la de Pisa, que es bajo. De Cospedal planteó unos objetivos cara al pacto para cumplir en 2020 que no están muy lejos de los que se puede proponer el Gobierno, como reducir el abandono escolar al 10% o que el 85% de los jóvenes tengan al menos bachillerato o FP de grado medio. La Conferencia de Educación (integrada por el Gobierno y las comunidades) harían el seguimiento del pacto, propuso la dirigente popular.

Ciudadanía, sí y no

El PP rechazó desde el principio la asignatura de Educación para la Ciudadanía, y Mariano Rajoy dijo en las últimas elecciones, en 2008, que si ganaba, la eliminaría. Mucho ha llovido desde entonces; el Tribunal Supremo rechazó la posibilidad de objetar a la materia y la polémica se ha ido apagando.

Ahora, el documento para el pacto presentado por el PP habla de mantenerla en secundaria, aunque cambiando los contenidos para que se enseñe básicamente la Constitución, porque consideran que ahora mismo encierran graves riesgos de "adoctrinamiento".

Sin embargo, proponen eliminarla de la educación primaria y de bachillerato. En el primer caso, se trataría de convertirla en unos contenidos transversales sobre ética, es decir, dispersos entre el resto de materias y sin asignatura propia. También se inspirarían exclusivamente en valores y principios de la Constitución. En bachillerato, la ley educativa de 2006 añadió contenidos de Ciudadanía a la asignatura de Filosofía; el PP propone volver al modelo anterior.

El PP quiere mantener educación para la ciudadanía sólo en la ESO

http://www.lavanguardia.es/premium/epaper/20100119/53873505705.html

Rajoy endurece la posición para el pacto educativo al recuperar la LOCE
CARMEN DEL RIEGO - Toledo


El PP quiere garantizar por ley el derecho a ser escolarizado en castellano en toda España
En presencia de los tres ministros de Educación que tuvo el PP - Esperanza Aguirre, Mariano Rajoy y Pilar del Castillo-y de manera solemne ante consejeros de Educación de comunidades gobernadas por el PP, el Partido Popular hizo público ayer, en Toledo, el documento con su propuesta para el pacto por la educación, que ahora remitirán al ministerio. Una propuesta pública con la que Rajoy y su número dos, María Dolores de Cospedal, aseguran que es posible el pacto y al que dicen estar dispuestos, de ahí que el presidente del PP le hiciera un guiño a Ángel Gabilondo: "Damos un voto de confianza al ministro de Educación, persona seria. Más que el presidente del Gobierno. Y por eso decimos que no hace falta que (el presidente) se involucre en este pacto, que basta con el ministro". Y otra promesa: "Por nosotros no va a quedar".


El documento elaborado por el PP, de 26 páginas, intenta acabar con algunos de los que fueron pilares básicos de la reforma educativa del PSOE, recuperando el contenido de la ley de Calidad Educativa que aprobó el PP en el gobierno, aunque nunca entró en vigor porque los socialistas la derogaron nada más llegar al poder.


Rajoy entra asimismo en uno de los puntos espinosos de esta legislatura: educación para la ciudadanía. En la última campaña electoral, el líder del PP no se cansó de anunciar que si ganaba lo primero que haría sería quitar esta asignatura, por considerar que con ella se trataba de adoctrinar a los niños y jóvenes españoles. Ahora la posición es más matizada en aras del "necesario consenso", dice el documento. Se propone que desaparezca de la educación primaria, aunque se establecería una formación cívica de carácter transversal; se mantendría en secundaria, aunque elaborando unos nuevos contenidos que se basen en el conocimiento de la Constitución, y en el bachillerato se volvería a la situación anterior, es decir, recuperando la asignatura de Filosofía en su configuración clásica y separándola de educación para la ciudadanía. Un bachillerato que sería una de las ramas del segundo ciclo de la educación secundaria y que duraría tres años, en vez de dos, como ahora, e iría de los 15 a los 18 años; la otra rama sería la formación profesional.


La propuesta del PP se basa en los mismos principios que inspiraron la ley de Calidad que se aprobó en la época del PP: el esfuerzo y el mérito. De ahí que mantenga, con carácter general, la imposibilidad de pasar de curso si se han suspendido más de dos asignaturas, y siempre y cuando haya un informe favorable del departamento correspondiente. En la actualidad los que han suspendido tres o cuatro asignaturas sólo repiten esas materias, no el curso entero. La propuesta de Rajoy no entra en ese detalle. Además, el PP recupera la prueba final de bachillerato y acceso a la universidad o reválida.


El PP hace hincapié en el derecho a la elección del centro docente e idioma, y dedica todo un capítulo a garantizar la enseñanza "del castellano y en castellano" en toda España. El principal partido de la oposición defiende una legislación básica que garantice el ejercicio de este derecho en todas las comunidades autónomas, para que "se respete el derecho de todos los alumnos a ser escolarizados en la lengua oficial que empleen de forma habitual".

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